Nunca, jamás llores… La madre de Eureka Boudreaux crió a su hija
con esa regla. Pero ahora su madre se ha ido, y donde quiera que Eureka va, él
está ahí: Ander, el alto, pálido y rubio chico que parece saber cosas que no
debería, quien le dice a Eureka que está en grave peligro, quien se vuelve
cercano haciéndola llorar como nunca nadie lo había hecho.
Pero Ander no conoce el más oscuro secreto de Eureka: desde que su
madre murió ahogada en un horrible accidente, Eureka ha deseado estar también
muerta. Ya no hay nada que le importe, tan solo su vieja y mejor amiga, Brooks
y una herencia, un extraño medallón, una carta, una misteriosa piedra, y un
libro antiguo que nadie entiende. El libro contiene la historia de una chica a
la cual le rompieron el corazón y que lloró un continente completo en el mar.
Eureka está a punto de descubrir que el antiguo cuento es más que una historia,
que Ander podría estar diciéndole la verdad, y que su vida tiene un trasfondo
más oscuro de lo que nunca imaginó.
Cuando comencé la historia, me atrapo apenas comencé el prólogo.
La historia está narrada, desde el punto de vista de Eureka, es
entretenida, rápida y fluida, o al menos lo ha sido para mí.
Hubo partes de la historia donde las cosas se pusieron muy
interesantes, era como que estaba todo bien y de repente estabas como Woow!
Y en eso que estas en el Woow! De repente todo vuelve, vos estas
como.
Esa fue una de mis partes favoritas del libro.
Una de las cosas, que me gustaría resaltar, es que el libro (en físico)
no ha llegado a mi país, y como no he podido resistirme lo he leído online,
traducido por fans, lo cual me ha hecho dudar, si realmente está bien narrado, porque no tiene ese toque de Lauren. Apenas
tengo el libro en mis manos, lo volveré a leer y re subiré su reseña.
Al principio me gustó mucho, me encanto, con todos sus personajes. Pero a
mitad del libro me vi perdida, la trama me pareció que tomaba otro rumbo, los
personajes no se parecían a los que se habían presentado en los primeros capítulos,
todos habían cambiado excepto Eureka.
Los personajes, me gustaron y también me desconcertaron.
Eureka, me agrado porque, no era una llorona (jajaja), no enserio,
a pesar de los tiempos difíciles que tuvo que pasar, no se dejó caer, y actuó
con madures todo el tiempo. No es la típica protagonista que es estúpida, es
sensata, y me ha gustado.
Ander, al principio me pareció un tímido chico, pero después me sorprendió
siendo un poco más desenvuelto. Es dulce, considerado, un poco celoso.
Al principio creí que Lauren había puesto a un Daniel (De la saga Oscuros)
pálido de ojos turquesas en la historia,
pero me sorprendió con un chico común y atractivo. En el libro la autora lo
describe como que se parece Paul Newman (pero
mas pálido) en la película Hud , yo me lo he imaginado más o menos parecido.
Los demás personajes me han gustado, me han parecido diferentes. Pero
a la vez encantadores.
Su final ha quedado abierto, para que directamente uno salte por el
segundo libro.
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